Mucho se ha escrito estos días analizando el resultado de las elecciones autonómicas en Andalucía del pasado domingo 19, en las que consiguió el Partido Popular mayoría absoluta, con un resultado espectacular, subió vox dos diputados y cien mil votos, que no todo lo que esperábamos, el partido socialista cosechó unos resultados malísimos por mérito propio, se hundió la izquierda más radical, a la que los andaluces volvieron la espalda, y desapareció Ciudadanos.
Yo quiero hacer aquí el análisis desde otra óptica: la política de los valores.
Lo primero es que creo que de cualquier situación se puede sacar algo positivo, yo sigo, una semana después, con un sentimiento agridulce. Y es dulce también porque creo que desde acTÚa FAMILIA hemos contribuido humildemente a lograr que se relegue a la izquierda en el panorama político andaluz y que se tengan más en cuenta los valores fundamentales y las medidas provida en unas elecciones regionales. Pero no se ha conseguido que nuestras propuestas se hagan decisiones de gobierno en los próximos cuatro años. Vox se comprometió durante la campaña electoral con esas propuestas nuestras.
La campaña “Tu Voto acTÚa” se lanza por parte de acTÚa FAMILIA, por tener la plataforma especial vinculación con Andalucía, por ser aquí nuestro nacimiento como tal, y sobre todo como prototipo para seguir incidiendo en otras futuras, teniendo así un marco de desarrollo.
Recordamos aquí que acTÚa FAMILIA, al entregar a los partidos de centro-derecha (PP, Ciudadanos y VOX) sus “Iniciativas Políticas en Valores”, los 12 Tips irrenunciables para votar bien”, fue solo el partido de Macarena Olona quien contestó positivamente a la gran mayoría de los 12 Tips o Iniciativas, en diversos encuentros, como el que se tuvo con Jorge Buxadé en Málaga, los tenidos con otros equipos del partido, y sobre todo en la reunión celebrada con Manuel Gavira, candidato al Parlamento andaluz y portavoz del grupo parlamentario en la reciente legislatura.
VOX, aunque aceptó las Iniciativas Políticas en valores, no ha logrado que los diputados pro-valores aumenten como se esperaba. No entramos en los análisis internos de partido. No nos corresponde. Los diputados que Vox ha obtenido deberán seguir luchando para conseguir un cambio efectivo en Andalucía. En acTÚa FAMILIA seguimos confiando en ellos y colaboraremos lealmente desde la sociedad civil. Reconocemos, no obstante, que el hecho de no entrar VOX en el gobierno de la Junta supone un frenazo a la labor de acTÚa FAMILIA, pues el PP será posiblemente bastante tibio en sus políticas de valores.
Pero sí nos corresponde decir que en Andalucía Vox se ha topado con el “voto útil” favorable al PP, que puede revelarse como voto inútil para la defensa de la vida y de la familia, con la inercia que lleva a los votantes a seguir como están las cosas. Cuesta trabajo cambiar eso. La recuperación económica de Andalucía lleva a los que aún siguen adormilados a preferir un cambio sólo económico por encima de un verdadero cambio. Se trata de una política de estómagos agradecidos: más o menos lo mismo que cuando los socialistas compraban los votos. Ahora se compran voluntades.
También podemos valorar el márketing político desigual favorable a los populares, que han aprovechado los medios de comunicación a su alcance, a los que ha regado debidamente con financiación institucional.
Por otra parte, se ha calificado constantemente a VOX como partido radical, se ha “demonizado” estas siglas por parte de todos los adversarios políticos, demostrando así la poca elegancia de todos ellos, y eso ha frenado bastante los ánimos de quienes, aún descontentos con el PP, se quedan como están. Política de estómagos agradecidos.
A pesar de todo esto, con la subida, aunque moderada, de VOX, suben también los principios y los valores que defiende acTÚa FAMILIA. Nos parece necesario que se haga una buena gestión de la economía y se cree empleo, tejido industrial, etc., pero damos también importancia a la defensa de los valores básicos, de la familia y la maternidad, que constituye lo que llamamos la batalla cultural. El cambio de verdad pro-familia y pro-libertad, se tendrá que hacer en esa batalla cultural. Trabajaremos duro junto a los políticos que acepten la batalla ideológica pro-valores, porque sabemos que “el cambio político tiene que ser precedido siempre por un cambio cultural”.
Si. Un cambio de verdad, cultural, sigue siendo necesario en Andalucía, que haga olvidar para siempre la nefasta herencia socialista, continuada no pocas veces por el gobierno de Juanma Moreno. Y esto lo haremos posible luchando desde la sociedad civil. Los andaluces necesitan libertad frente adoctrinamiento. No todo es economía, como hemos dicho una y otra vez, también los valores deben ser tenidos en cuenta.
En este punto, también considero este momento una oportunidad histórica para que el PP vuelva a sus valores -no está condicionado ahora por ningún partido debido a su mayoría absoluta- y se dé un cambio de verdad, superando las políticas socialistas.
Nuestra mirada se centra pues en el verdadero cambio, que se dará en la sociedad civil. Y ahí entramos nosotros: nuestra confianza no está en los partidos políticos como un fin. Nuestro sitio es, ahora más que nunca estar en las “trincheras” de la sociedad civil.
A partir de ahora estaremos muy atentos y vigilaremos con firmeza todos los movimientos del nuevo gobierno andaluz. Debemos hacer que se oigan alto los valores y principios que hasta ahora no se oyen, como la defensa de la familia y la maternidad, la derogación de las leyes de género, terminar con los chiringuitos inútiles e ideológicos y liberar a los niños de la sexualización lgtb en las aulas: es necesario tener, sí, una hacienda saneada, pero también desideologizar la educación. Es prioritario para nosotros en Andalucía, así como una Ley de Familia que instaure la “perspectiva de familia” en todas las leyes y decretos.
El cambio real pro-familia y pro-libertad lo haremos posible luchando. De momento hemos relegado a la izquierda radical y los andaluces que optaron por la libertad frente al adoctrinamiento nos tienen a su lado: la batalla ha comenzado.