En Ecuador, Perú y Honduras se acercan las próximas elecciones legislativas. Después de lo que ocurrió con la legalización del infanticidio intra-uterino en Argentina, es fundamental para la causa provida elegir a autoridades políticas que estén dispuestas a luchar para defender la vida de los niños por nacer y los valores familiares fundamentales. Pronto se incrementará el riesgo con Joe Biden y su programa pro aborto y pro género desde la Casa Blanca.
En Ecuador, la organizaciones a favor del respeto a la vida lanzaron la campaña “Voto Familia”. Presentaron un gran acuerdo para la familia para ser firmado por todos los candidatos presidenciales y a la Asamblea Legislativa de ese país. El objetivo es atraer a la clase política a velar por los intereses de las familias ecuatorianas. Este acuerdo se focaliza en 5 puntos: El acceso a la salud por madres gestantes. La salud y la nutrición para madre e hijo, desde la gestación hasta los 1000 primeros días luego del nacimiento. Combatir la violencia intrafamiliar alimentada por el alcohol, las drogas y la pornografía. Controlar los textos escolares para evitar la contaminación ideológica. Y para terminar promover una gestión pública transparente con cero tolerancia para la corrupción.
En Perú, las elecciones pasadas del 2019 tuvieron una iniciativa similar con el programa “Candidatos sin Filtro” de Giuliana Caccia muy difundido en redes sociales. Se espera que en estas elecciones se entreviste a varios candidatos en su nuevo programa “Perspectivas en vivo”. Y no es el único emprendimiento, desde la sureña ciudad de Arequipa, también se ha lanzado la semana pasada el programa “Discierne tu voto” para analizar las propuestas de candidatos al Congreso sobre el tema de la vida y la familia.
En Honduras se busca efectuar cambios en la Constitución para proteger aún más la vida, prohibiendo total y explícitamente el aborto. Es un tema de campaña que encuentra una fuerte oposición de parte de la ONU, y obviamente de las feministas radicales. Si los partidos que apoyan a este cambio constitucional triunfan, Honduras se volverá junto a El Salvador, un país de pleno respeto a la vida desde la concepción.
Es muy importante que se pueda votar por candidatos de diversos grupos políticos que compartan los valores fundamentales de respeto a la vida y a la familia. Muchas veces escucho iniciativas de gente queriendo crear un partido provida o un partido cristiano. Sus intenciones son loables, pero este tipo de estrategia no parece ser la más adecuada. ¿Por qué? Porque mientras este partido está en el poder todo va bien, pero el día que gana la oposición, sus adversarios atacarán sus valores y objetivos fundamentales entre ellas la agenda provida y profamilia.
Algunos países no tuvieron otra opción que formar tal partido porque ya la “arena política” lo exige y deben unir fuerzas (como Vox en España, Ley y Justicia en Polonia,…), pero pienso que en América Latina hay suficientemente principios morales fuertes todavía para que los valores provida y profamilia puedan ser transversales a varios partidos. De hecho hay partidos opuestos, y otros más afines, pero el que gana la batalla parlamentaría no es el que tiene más votos “blancos” o “negros”, sino el que atrae hacia su posición al mayor número de “grises”. Estos “grises” son los políticos para quienes estos temas no son claros o no les parece fundamental. Estos son los que se tiene que convencer para obtener los votos suficientes. Hay que también evitar que más partidos apoyen oficialmente el aborto, como ocurrió en Argentina con la coalición política “Frente de Todos” que promociona no solo el aborto, sino también la ideología de género. En Perú este rol lo cumple el partido Frente Amplio y la izquierda que son tradicionalmente los abanderados de estas ideologías, pero varios partidos apoyan más y más estas tendencias nefastas, incluso en los partidos de gobierno.
Si en cualquiera de nuestros países varios candidatos de una plancha Congresal apoyan la vida, aunque sea una minoría, le será mucho más difícil al partido caer bajo el (en)canto de las sirenas abortistas, su maná financiero, sus ONGs y sus apoyos internacionales. Pero esta minoría no debe ser silenciosa porque representa todavía el sentir de la mayoría del pueblo. E incluso más allá del sentir del pueblo, defiende lo que es justo.
Muchas batallas se están librando y están por librarse. ¡Pongamos todas nuestras fuerzas y nuestra Fe en ellas, ya que muchas vidas están en juego!