Diferencias entre la Pascua Judía y la Cristiana Capítulo 4º de 4

El vino es la sangre que nos libera de nuestros pecados. Es la nueva Alianza que hace con el nuevo pueblo de Dios, que somos nosotros, los cristianos, su Iglesia.

Capítulo 1º de 4: La Pascua Cristiana. Orígenes de la fiesta de la Primavera y la fiesta de los Ácimos.

Capítulo 2º de 4: La Pascua en el pueblo de Israel La Pascua Cristiana.

Capítulo 3º de 4: La Primera Pascua Cristiana.


Vamos a hacer un repaso rápido de lo aprendido hasta ahora en los capítulos anteriores:

Tras este recorrido, veamos con más detalle las diferencias:

En primer lugar, la pascua judía, el 15 de Nisán, siempre cae en la primera noche de luna llena independientemente del día de la semana que sea. Para los cristianos, la celebración de la resurrección siempre será en domingo, pero dependiendo de cuando sea el primer domingo con luna llena tras el comienzo de la primavera. Por lo tanto, para los judíos es una fecha que no se puede mover a diferencia de los cristianos, que varía cada año.

También podemos ver diferencias en el fuego. Antiguamente se usaba el fuego en los sacrificios que hacían para los dioses y más tarde para Dios en el pueblo de Israel. Para los cristianos ese fuego es la luz que es Cristo, que destruye las tinieblas de la muerte iluminando nuestras vidas con su amor. Es nuestra esperanza frente a nuestros miedos y tristezas. Se hace al principio de la celebración un lucernario. De esa hoguera se enciende el cirio pascual.  Todo el pueblo espera en silencio y oscuridad a que nos llegue esa luz que nos iremos pasamos unos otros, tal y como se transmite la fe, para encender nuestras velas. Es la nueva Vida que nos regala Jesús.

Otra diferencia está en tres alimentos que hay en la mesa de la cena pascual judía: el pan, el vino y el cordero. En el banquete católico el pan es su cuerpo, el vino su sangre y todo él, es el cordero sacrificado. Nosotros durante cada eucaristía, no es que recordemos la última cena de Jesús en esa noche de la cena pascual, sino que lo volvemos a recibir verdaderamente en este sacramento por lo que se llama la transustanciación.

El vino es la sangre que nos libera de nuestros pecados. Es la nueva Alianza que hace con el nuevo pueblo de Dios, que somos nosotros, los cristianos, su Iglesia.

La vigilia pascual cristiana hace un repaso en sus lecturas desde la creación hasta la resurrección de Cristo que es el cumplimiento de toda la historia de salvación que hizo Dios con toda la humanidad. Hay una unión entre el A.T. y el N.T. en Jesús. La Antigua Alianza que hizo Dios al pueblo de Israel cuando les dio los Mandamientos en el monte Sinaí, ahora se ha convertido en una Nueva Alianza. Los hebreos esperaban durante siglos al salvador. Entonces llegó Cristo y se hizo presente dando cumplimiento a todo lo que estaba escrito que sucedería.

Ellos no creyeron que Jesús era el Hijo de Dios, el salvador de este mundo, y siguen en espera.

Los días de la fiesta de pascua también son diferentes. Para los judíos dura una semana y para nosotros, los cristianos el tiempo pascual comienza el domingo de resurrección y termina en Pentecostés, o sea, dura 7 semanas, 50 días.

Y aquí otra gran diferencia. Los judíos recuerdan la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto por la mano poderosa de Dios. Para nosotros, es un acontecimiento de liberación también, pero, sobre todo, de salvación del pecado y la muerte. El pueblo de Israel fue liberado pasando por en medio del mar rojo que se abrió. Ese antiguo pueblo es ahora el pueblo de los cristianos. El agua tiene una importancia clave. En esta noche, en la pascual cristiana, también se realizan bautizos, porque en esta noche es cuando Cristo vence a la muerte, que se simboliza en esas aguas del bautizo. Por esto hay una bendición especial de las aguas del bautismo y todos renovamos las promesas de nuestro propio bautismo, para darnos una vida nueva, como hijos de Dios. Dios poderoso, nos envió a su hijo para salvarnos de la esclavitud y tinieblas del pecado y nos abre las puertas del paraíso que habían sido cerradas tras el pecado de Adán y Eva.

Somos ciudadanos del cielo y con gran alegría celebramos que la muerte ha sido vencida por Jesús, pues ha resucitado y vive para siempre.

Te deseo una muy ¡Feliz pascua de resurrección!

Salir de la versión móvil