Descenso de la audiencia de los contenidos en streaming: ¿Cuestión de calidad o sobresaturación?

Las series de antes de despertarse como "Suits", "Friends", "Anatomía de Grey", "The Office" y "Seinfeld" siguen siendo populares para repetir visionado debido a su constante valor de entretenimiento

Los datos revelados por Variety en marzo indican una caída significativa de la audiencia de los contenidos mayoritarios en los servicios de streaming estadounidenses fuera de los 20 programas más vistos.

En medio de un estreno sin precedentes de casi 1.000 programas originales en 2022, la audiencia se mantuvo muy concentrada, lo que plantea interrogantes sobre el atractivo de estas producciones.

Por ejemplo, Disney+ estrenó 50 series originales el año pasado, excluyendo los contenidos infantiles. Sin embargo, el tiempo de visionado de estos programas mostró que casi el 80% fue ocupado por las diez primeras temporadas, mientras que las diez siguientes se llevaron poco más del 16%. Mientras tanto, las series restantes obtuvieron apenas un 5% del tiempo de audiencia.

El factor de la repetibilidad añade otra capa a esta cuestión. Las series de antes de despertarse como “Suits”, “Friends”, “Anatomía de Grey”, “The Office” y “Seinfeld” siguen siendo populares para repetir visionado debido a su constante valor de entretenimiento. Los espectáculos contemporáneos, sin embargo, parecen verse sólo una vez, lo que sugiere que su calidad no llega a obligar a un segundo visionado.

A medida que la narración refinada y los personajes relatables siguen desvaneciéndose en el pasado, es más probable que los contenidos en streaming sean descartados.

Esta tendencia refleja una pérdida de inversión significativa para la industria, dados los miles de millones de dólares gastados en la producción de horas de contenido que en gran medida se pasa por alto. Por el contrario, los contenidos más antiguos siguen manteniendo su atractivo a través de plataformas como Me TV y Grit.

Las implicaciones de esta tendencia pueden verse en el reciente anuncio del remake de La guerra de los Rose, protagonizado por Olivia Colman y Benedict Cumberbatch. Los críticos sugieren que tales adaptaciones carecen del encanto de los originales, lo que demuestra un ejemplo más de las decisiones equivocadas que toma la industria del entretenimiento en la actualidad.

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