Linda Gibbons, una acérrima defensora provida, ha recibido la orden de comparecer ante un tribunal de salud mental de Toronto por sus protestas pacíficas ante una clínica abortista.
Gibbons, conocida por su vigilia silenciosa en favor de los no nacidos, se ha enfrentado en repetidas ocasiones a desafíos legales debido a que sus actividades infringen las leyes de Ontario sobre la “zona burbuja” que protege a los centros abortistas.
A pesar de las críticas y de la repercusión legal, la mujer de 75 años ha permanecido en silencio durante todo el proceso, simbolizando la difícil situación de los no nacidos.
Su tranquila conducta ante el tribunal condujo a la reciente decisión de la juez Kate Doorly del Tribunal de Ontario de remitir su caso a un tribunal de salud mental, mientras se designaba a un “amigo del tribunal” para que la asistiera legalmente.
El trato dado a Gibbons en los tribunales ha provocado la indignación de sus partidarios, entre ellos Pete Baklinski, de la Coalición por la Campaña por la Vida (CLC). Los críticos argumentan que compara injustamente sus acciones con las de los delincuentes implicados en bandas e insinúa que su defensa de la vida es un síntoma de inestabilidad mental.
A lo largo de los años, el pacífico activismo provida de Gibbon le ha acarreado múltiples detenciones y aproximadamente 11 años de cárcel. Su reciente comparecencia ante un tribunal de salud mental se produce después de que faltara deliberadamente a una cita judicial anterior, eligiendo en su lugar continuar con su protesta pacífica ante un centro abortista.