Con el comienzo de las vacaciones de verano, se estrenan muchas películas infantiles.
Este verano empezó el asunto con la película de Buzz Lightyear y el escándalo de las dos lesbianas. Ya sabíamos que Disney estaba empeñada en meter el tema homosexual en sus películas y poco a poco lo va introduciendo, con más o menos descaro. De alguna manera lo veíamos venir y no nos ha sorprendido, lo malo es cuando te pilla ya dentro del cine y estás con tus hijos pequeños. Toca entonces aprovechar para explicar, comentar y aclarar las cosas.
Pues bien, esta semana estrenaban también la película de los Minions y una de Thor. Y esta misma mañana me han dicho unas amigas que ambas son poco recomendables. La de Thor porque está toda trufada de ideología de género y la de las Minions porque es un batiburrillo de confusión del bien y del mal, aparte de banderitas LGTB y una moja mala que usa el crucifijo para matar a no sé quién. Mi amiga me decía que sus hijos habían salido escandalizados y tristes.
Lo he comentado en redes sociales, por si a alguien le podía servir, ha habido todo tipo de reacciones, claro. La cosa es que no es necesariamente que haya escenitas o cosas evidentes sino la confusión de ideas, lo que va generando en la cabeza de los niños casi sin darnos cuenta.
El cine, igual que la literatura, se está utilizando, muy hábilmente, para dar forma a la cabeza y el alma de los niños y, por mucho que nos gusten los Minions, creo que no merece la pena exponerles a algo que pueda hacerles daño. Podemos pensar que total, no es nada o que no hay que exagerar, pero es tanto lo que entra por sus ojos y oídos continuamente, que encima pagar por ellos, me parece absurdo.
Creo que debemos cuidar mucho lo que les damos a los niños y el enemigo no descansa y sabe bien cómo deconstruir la sociedad y los corazones. Hay mil planes que hacer en verano, y además gratis. No financiemos la ideología de género y seamos tajantes con nuestros hijos. También eso es formarles.