Cristianismo e Islam: ¿yuxtaposición o convivencia? (y ii)

Segunda (y última) parte de la entrevista al Patriarca Sirio-Católicos sobre el cristianismo en Oriente, Ignacio José III Younan.

Primera parte: https://ifamnews.com/es?p=76438

Ofrecemos aquí la segunda parte de dos de la entrevista exclusiva que concedió Ignacio José III Younan* (Hassaké, Siria)a un colaborador de IFN sobre la situación en la región de Oriente Medio y el Levante, que todavía dura. Hablaron de la violencia subyacente en la evangelización islamista, la yihad, así como de la complicidad de occidente por su indiferencia tácita. El contexto fue, decíamos, un Congreso Mariológico celebrado en la Universidad Católica de San Antonio en Murcia, España, en el año 2017

YUXTAPOSICIÓN O LA IMPOSIBILIDAD DE LA CONVIVENCIA

JP -IFN ¿Es posible la convivencia pacífica entre el islam y el cristianismo? ¿Y, dónde yace la esperanza para los cristianos en Siria y la región de El Levante? Alepo fue consagrada al Corazón Inmaculado de María. Un dato novedoso en Inglaterra es que en su capital Londres por primera vez hay un alcalde musulmán, y felicitó a los cristianos la Pascua. En estos días ha sido reelegido alcalde por segundo mandato consecutivo.

IGNACEJo –Así fue, y el Líbano también fue consagrado al Corazón Inmaculado. Con respecto al alcalde musulmán y la felicitación a los cristianos esto no es más que una maniobra diplomática que no constituye necesariamente un camino a la tolerancia o al dialogo.

¿Es posible por tanto la convivencia entre los cristianos y musulmanes? Sí, aunque aquí no hablamos de diálogo teológico. Hablamos solamente de vivir juntos. Y esto es posible cuando se hace entender a los musulmanes —tanto a sus líderes religiosos como a los líderes seculares— que estamos viviendo en el siglo XXI y no en el siglo VII. Y que son libres de seguir su religión, pero no tienen el derecho a ejercer una discriminación sobre las otras.

Es posible convivir porque nosotros los cristianos decimos que debemos dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Y debemos decirles también a los musulmanes: «vosotros tenéis en el Corán un versículo que dice que no hay coerción en la religión, ¡pero no! Esto es solamente la mitad del versículo, la otra mitad del versículo del Corán dice que no hay coerción en la religión siempre y cuando la verdad quede clara». Y cuando un musulmán te explica esto te explicará que el islam no fuerza a nadie a creer esto porque es la religión verdadera.

Estamos en lo mismo de siempre, este es el sentido que le dan, como cuando nosotros los cristianos decimos que somos abiertos a los demás, tolerantes, que queremos vivir el espíritu del evangelio, compartiendo la misma mentalidad de los demás. Pero el Corán dice «Di: ¡Gente del Libro! Venid a una palabra común para todos» (Aal ‘Imran, Sura de la familia de ‘Imran 3:64).

¡Ah!, eso está muy bien y quiere decir que todos, por decirlo así, estaremos reconciliados y tendremos una única palabra que es «tolerancia». ¡Pero continuemos! Este versículo continúa diciendo «Adoremos únicamente a Allah sin asociarle nada y no nos tomemos unos a otros por señores en vez de Allah. Y si vuelven la espalda, decid: ¡Sed testigos de que somos musulmanes! Y que ninguno de nosotros escoja otro señor junto a Dios». Lo cual significa que lo que está diciendo realmente el versículo anterior es «venid con nosotros, venid a nosotros, abrazad nuestra fe y no caigáis en el politeísmo». Se nos acusa de politeísmo y además a menudo se muestra solamente una parte del versículo.

EL ISLAM ES AJENO A LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

IGNACEJo –Por tanto, ¿podemos convivir? Nosotros siempre lo proponemos, tanto en los países donde los cristianos son minoría como en el caso de Europa, como en los lugares donde los cristianos son la mayoría. Pero ellos no entienden que tienen que cambiar esta mentalidad que dice que defenderán la fe musulmana con la violencia. No llegaremos nunca a una verdadera convivencia, y no solamente hablo de cristianos y musulmanes porque parece que seamos nosotros los que siempre hayamos tenido problemas con ellos. Pero el caso es que ellos tienen también problemas con los budistas, y con los hinduistas, y siempre es lo mismo.

Me acuerdo de que una vez en India el arzobispo de Trivandrum, Moran Mor Baselios Cleemis —creado cardenal por Benedicto XVI en 2012— nos invitó a un encuentro ecuménico en su seminario. Nos juntamos con el cardenal Baselios, un musulmán, un hinduista, un budista y un servidor. Y Baselios nos cedió la palabra unos minutos. Y el musulmán, después de haber hablado todos nosotros con calma, empezó a hablar como si estuviera en su mezquita, y cuando se nos invitó a encender unas velas que llaman luminarias, colocadas en un círculo —como se hace en san Egidio en Roma— el musulmán no vino porque para él encender estas velas con los otros es una asociación con el paganismo.

JP -IFN¿Y la esperanza?

IGNACEJo –Siempre estamos invitados a renovar nuestra esperanza, estamos llamados a renovar siempre nuestra Fe en el Señor y en María nuestra Madre celestial. Por otro lado, no podemos ser ingenuos. El problema está presente: debemos decir la verdad , con la caridad, como repetía San Pablo y también Benedicto XVI: debemos decir la verdad con caridad, y esto se puede decir aquí donde todavía la mayoría digamos que cree en la igualdad de derechos más que nosotros allá; pero nosotros también la decimos allá.

Así, os toca a vosotros en Occidente hacer entender a vuestros congéneres musulmanes que Dios no tiene necesidad que uno salga blandiendo la espada y mate a otro en su nombre; deben en cambio entender que vivimos, en pleno siglo XXI, en convivencia por así decirlo, los unos con los otros.

*Ignace Jose III Younan es el Patriarca de Antioquía y de todo Oriente de los Sirios católicos. Desde 1986 estuvo destinado en la Eparquía de Nuestra Señora de la Liberación de Newark de los Siriacos en Estados Unidos, cuando en 1995, Juan Pablo II le nombró eparca de esta Eparquía, y visitador apostólico de los fieles siro-católicos de América Central. Fue elegido Patriarca el 20 de enero de 2009 por el Sínodo siro-católico reunido en Roma bajo la presidencia del cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

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