Crecer sin prisa

He elegido que crezca sin prisa, de mi mano. Disfutar viéndole aprender y crecer… y que ella disfrute haciéndolo.

Carmen tiene 4 años y no va al cole.

El otro día hablando con una una amiga le decía que he tenido que cambiar todas mis rutinas y horarios de casa para poder dedicarme a ella. Esta amiga me decía que no entendía por qué, que lo veía innecesario, que cuando sus hijos son pequeños y aun no van al cole ella hace que los niños se incorporen a su horario y rutina. Y yo, que suelo pensar que me equivoco en todo y que lo hago todo mal, pensé que tenía razón, intenté justificarme y explicarme pero sintiendo que era una inútil y que me estaba dejando ‘esclavizar’ por mi hija como una principiante de libro.

Luego, ya en casa lo pensé despacio, estábamos hablando de la educación  y la crianza de mi hija y si me estaba equivocando tenía que rectificar.

Por un lado, estábamos hablando de dos edades diferentes, mi hija tiene 4 años, es el segundo año que no va al cole, no de una niña de 2 años que, efectivamente, no necesita más que estar con su madre donde sea o haciendo lo que sea y, lo más importante, es el por qué he elegido que esté en casa y no vaya al cole.

Lo he elegido para enseñarle yo los colores de los árboles en otoño, y cómo salen los brotes en las ramas en primavera, para enseñarle las letras y los números, enseñarle a coger el lápiz y pintar con acuarelas. He elegido contarle yo los cuentos e inventar historias para ella.

Lo he elegido también para que venga a Misa conmigo todos los días y nos quedemos juntas un ratito con Jesús. Para que me acompañe a la carnicería y charle con el frutero que le explica qué es cada cosa y de dónde viene, para que mire los hormigueros todo el rato que quiera, y huela las plantitas del camino, para que se cuando llegue el invierno aprenda a encender la chimenea y eche al fuego lo que haya recogido en el paseo, que se llene de barro jugando y que chapotee en los charcos cuando quiera.

He elegido que crezca sin prisa, de mi mano. Disfutar viéndole aprender y crecer… y que ella disfrute haciéndolo.

Por eso, no quiero adaptar su vida a la mía, su horario a mi rutina,  quiero crear un vida para ella estos pocos años que le quedan sin cole. Quiero crecer a su lado.

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