“Associated Press”, el libro de estilo más utilizado en el periodismo convencional, actualizó su guía para condenar el término “centro de crisis del embarazo”. En su lugar, AP está presionando a los periodistas para que utilicen el término “centro antiaborto”.
La naturaleza política de este mandato es evidente. Associated Press quiere que estos centros sean vistos como grupos de fanáticos religiosos que no se preocupan por las mujeres con embarazos inesperados. Aunque el término “centro antiaborto” puede ser exacto, no tiene en cuenta todo el alcance de la atención que se presta en estos centros. Los centros de crisis del embarazo ofrecen muchos tipos de atención a las mujeres con embarazos inesperados, como apoyo material y emocional e incluso asistencia médica gratuita. El objetivo de estos centros es salvar la vida del niño y de la madre, no impulsar una agenda como la de AP.
Este cambio de términos de la AP es el último ataque a los centros de embarazos en crisis desde la anulación de Roe contra Wade. Hay más de 80 ataques documentados contra estos centros desde que el Tribunal Supremo revocó la decisión que se mantuvo durante casi 50 años. Los centros de embarazos en crisis han sido objeto de actos vandálicos e incluso de ataques con bombas incendiarias. Aunque estos ataques son peligrosos, acciones como el cambio de términos de la AP son enormemente influyentes en la lucha contra el aborto y quizá más peligrosas a largo plazo. La censura de los periodistas provida inhibe gravemente al movimiento provida de participar en esta lucha.