Yo creo que hace ya mucho tiempo que se dieron cuenta de que ése era el camino. ¿Quiénes? Es ese cúmulo de personas, ideologías, grupos, foros…que quiere controlar el mundo, rediseñarlo, rehacerlo a su manera y quitarse de encima todo lo que acumulado en la historia del hombre y, especialmente, en la historia de la Salvación. Se trata de hacer borrón y cuenta nueva para que el mundo sea dominable por ellos, que todo gire a su antojo y que gire para proporcionarles más poder y más dinero. El resto somos sólo peones, medios para sus fines.
Y nada tan eficaz como el miedo. Supongo que lo sabían ya, pero el Coronavirus les dio alas. Comprobaron que era eficaz, fácil y rápido y que no sólo paraliza y somete, sino que además hace que todos se conviertan en sus secuaces, acusando y señalando al disidente “porque nos afecta a todos”.
Ya hora que el virus ya no da miedo entonces volvemos con el cambio climático ya sin medida, los pinchazos en discotecas, la viruela del mono…lo que sea. Pero siempre metiendo miedo y acusándote a ti de culpable: si tiras una pajita del Burger a la basura serás responsable de la contaminación de los océanos. Y si comes demasiada carne o pones el aire acondicionado, entonces los bosques se destruirán por tu culpa y nuestros hijos sufrirán un calor insoportable.
Miedo, acusación, mentiras.
Y mientras, esa Historia de la Salvación que pretenden destruir, nos ofrece paz, alivio, serenidad, felicidad, y nos llama constantemente a no tener miedo. ¡cuántas veces dice Jesus en el Evangelio “No temas”. Dios lo ve todo, lo sabe todo, lo cuida todo, te lleva en brazos. No temas.
Cuesta asomarse a las noticias y no desesperarse un poco. Los que se creen esas noticias, porque están abocados al miedo, y los que no nos las que creemos porque desespera ver lo rápido que avanza el mal. Y no podemos estar de brazos cruzados, no podemos sentarnos a mirar y aceptarlo todo. Mira a ver cómo tienes que actuar, piensa de qué manera puedes construir y aportar. Ponte manos a la obra y no temas.