Durante una reciente declaración en el Congreso, la congresista Marjorie Taylor Greene reiteró un mensaje crucial: el aborto no es asistencia sanitaria.
A pesar de la afirmación hecha por un demócrata de que acabar con la vida de los bebés no nacidos se considera asistencia sanitaria, Greene subrayó que, de hecho, es todo lo contrario.
Greene comenzó su respuesta reconociendo a las increíbles mujeres que sirven en el ejército y destacando la importancia de apoyarlas. A continuación, abordó la afirmación de que el aborto es la asistencia sanitaria de las mujeres, afirmando con firmeza que no es asistencia sanitaria en modo alguno.
Para dejar claro su punto de vista, Greene describió la espantosa realidad del aborto, destacando el desmembramiento de los bebés no nacidos y el uso de productos químicos para matarlos en el vientre de su madre. Declaró que el aborto es un asesinato y un mal.
En lugar de promover y apoyar el aborto, Greene abogó por una auténtica asistencia sanitaria que salvaguarde el bienestar de las mujeres. Pidió apoyo para las madres en el ejército y subrayó la necesidad de servicios sanitarios integrales que den verdadera prioridad a la salud de la mujer, excluyendo el aborto.
El mensaje de Greene sirve de poderoso recordatorio de la urgencia de proteger la vida de los no nacidos y de garantizar que los servicios sanitarios se ajusten realmente a su propósito de curar y ayudar a los pacientes.