El 4 de abril de 2021, fiesta de San Francisco Martos, vidente de Fátima, sale a la venta en Amazon la versión electrónica libro “Amoris Laetitia 5.3 Pope Francis y San Malaquías en América. La familia cristiana de Philadelphia 2015 a Roma 2022”. El libro ya está disponible como reserva. A los pocos días saldrá en formato papel, comenta el autor.
Jordi Picazo explica en este libro en boca y desde el corazón del muralista mexicano César Viveros la historia del mural gigante conmemorativo de la visita del papa Francisco a Filadelfia en septiembre de 2015. Es un mural que ensalza la belleza de la familia, y en el que el artista César Viveros plasma miembros de familias de diferentes razas, una niña síndrome de Down, niños afroamericanos y niños de raza blanca, padres solos y al papa Francisco en el centro, en actitud de alabanza todos ellos a Dios Uno y Trino y a la Creación. Un mural de 350 metros cuadrados, en tres secciones como celebración de la Santísima Trinidad, y con motivos principales bautismales y eucarísticos. El Papa Francisco firmó un panel del mural: Francis.
Un Mural que tiene una historia. Un mural que tiene, mejor, historias,siendo la historia principal la historia de los Malaquías en una época de cambios, o mejor, como dice el papa Francisco en un «cambio de época» donde no todo es lo que parece. En este libro se revisita la profecía de san Malaquías, el santo proclamado por la Iglesia católica que predijo los 44 últimos papas. A Francisco le toca ser el último de los papas en la lista de san Malaquías. el santo irlandés que predijo el número de papas “hasta que el papado dejase de ser lo que hasta ese último papa habría representado”.
La relevancia de la historia del santo irlandés Malaquías surge a raíz de que varias de las personas escogidas para aparecer en el mural, niños o adultos, llevan el nombre de Malaquías, por casualidad. Pero es que la escuela destinada a recibir en su fachada el mural de Viveros, es la nueva escuela católica de San Malaquías en Filadelfia, y la parroquia que le corresponde, sin ser una escuela parroquial, es la parroquia de San Malaquías.
Alrededor de la profecía de san Malaquías se ha prodigado mucha tinta y cálamo. Este libro muestra el encuentro místico de Malaquías con Francisco en la ciudad de Filadelfia, cuna de la nación de los Estados Unidos de Norteamérica. Lo cierto es que el papa Francisco pasó por los USA y se volvió a Roma. Pero algo en Filadelfia queda de ese viaje que resuena como eco incesante y se remonta a siglos pasados en la historia. Es tan sencillo de explicar como a la vez sorprendente. Y así como san Malaquías, obispo irlandés de la Edad Media, peregrinó de Irlanda a Roma para entrevistarse con el Papa, así también Francisco celebra junto a Malaquías en Filadelfia su primer Encuentro Mundial de las Familias; en Irlanda su segundo (el obispo anfitrión del Encuentro en Dublín es el titular de la misma Diócesis del santo Malaquías en el siglo XVI, la Diócesis de Armagh); y el último —«por ley de vida, esperamos equivocarnos», comenta el autor— en Roma. «Previsiblemente en Roma se librará una guerra antropológica y doctrinal sobre la misión de la familia cristiana, como ya empezó con toda crudeza en Dublín», comenta el autor Jordi Picazo.
El libro contiene numerosas conversaciones entre Jordi Picazo y César Viveros, sostenidas en persona en septiembre y octubre de 2015 y de 2016, así como por Skype o telefónicamente desde ese momento hasta el día de hoy. Aunque acaba un poco súbitamente. Tendrá su continuación. Situados en este punto al final del libro en Dublín, en el Encuentro Mundial de las Familias de 2018, el autor analiza la ruta que se trazó para demoler la antropología humana de la familia según la Tradición de la Iglesia católica. Promete retomar estos acontecimientos desde Dublín, para analizar el camino que lleva a Roma para el Encuentro de 2022.
UN MURAL INTERGENERACIONAL
CÉSAR VIVEROS – El papa Francisco en el centro de la composición está dialogando con un niño, incluso lo abraza. De aquí arranca todo, con el encuentro de dos generaciones: un anciano lleno de sabiduría está pasando esta sabiduría a esta nueva generación que está comenzando a comprender el mundo, que empieza a absorber todo aquello que está a su alrededor, todo su saber y, en cierta manera, esta estampa habla de las relaciones que hemos podido experimentar la mayoría de nosotros en nuestra familia, con nuestros padres, junto a nuestros tíos, cerca de los abuelos; como que ese conocimiento, esas cosas buenas que queremos que nuestros hijos aprendan de alguna u otra manera nos fueron ya dadas por nuestros padres y nuestros padres lo recibieron a su vez de nuestros abuelos: y es como un ciclo que empieza y nunca termina.
UN MURAL DE LA DIVERSIDAD EN CRISTO REDENTOR
– Enseguida podemos apreciar la pila bautismal donde se realiza este sacramento al que los jóvenes padres traen a su hijo para que puedan así tener una vida cristiana de ahí en adelante. Y quise que fuese una pareja joven, incluso diversa, siendo como es ella latina y su marido caucásico. Esto se completa aún más con el papá americano con su hija. En este caso no quise ponerle una pareja, quise que solamente fuese un padre, un solo adulto: eso representa mucho a aquellas parejas que de alguna u otra manera tuvieron que separarse, o incluso a quienes perdieron a su cónyuge; y esto habla de la lucha diaria que tienen los padres por levantar a sus hijos, la posibilidad de que no te volviste a casar o estás solo o te dejaron, y conservas el potencial para criar a tus hijos y tener una vida llena y plena».
Comenta Jordi Picazo que «sigue impresionándole cómo César ha plasmado con su visión global la diversidad de circunstancias que encarnan los hijos de Dios en la familia. Así, me acaba de describir con total naturalidad lo que casi podría calificarse de tratado para reflexionar sobre la lucha diaria en el seno de las familias. Pocas posibilidades tenía César de adivinar que en el curso del año 2018 perdería a Ana, su amada esposa y compañera de vida, de aventura y de arte. Y de que él mismo sin darse cuenta profetizaría sobre su situación tres años antes: ‘perder a un cónyuge; … luchar por sacar los hijos adelante; … una familia latina en los Estados Unidos de Norteamérica …’. Estaba —con su visión que abarcaba la totalidad de las vidas del tapiz multicolor de la creación— pintándose a sí mismo en ese mural divino de los designios que el Sumo Creador había previsto para él y aquellos a quien Dios ama».
CésarVi – Muestro también una anciana que está abrazando a un muchacho, o tal vez es el muchacho el que está abrazando a la anciana, y así muestran esa continuidad porque nosotros mismos, aún evolucionando a lo largo de nuestra vida, de alguna manera debemos tratar de no olvidar aquellos a quienes Dios ha puesto a nuestro lado y han dado parte de su vida para que nosotros tengamos lo mejor, y para que tuviéramos un camino más libre que el que les tocó vivir a ellos. Y entonces así es que la abuelita está con el muchacho: esto es una manera de que no te olvides de los ancianos. Así, en el centro de la composición está la Familia, que es el tema del mural, la Familia y la vida plena en familia, que aun cuando la familia no es perfecta, es plena.
Continuará